“La música de Shakira no se parece a la de nadie”: Gabriel García Márquez

Redacción Centro Gabo

Vie, 02/25/2022 - 17:11

Shakira ya era una estrella de rock cuando Gabriel García Márquez la entrevistó para un perfil periodístico en la revista Cambio. A sus veintidós años había lanzado cuatro álbumes que poco a poco habían ido conquistando el corazón de las nuevas generaciones: Magia (1991), Peligro (1993), Pies descalzos (1995) y ¿Dónde están los ladrones? (1998). Con los dos últimos, Shakira se había ganado incontables elogios del público y la crítica internacional, hasta el punto de que fueron los álbumes latinos más vendidos en los Estados Unidos en sus respectivos años de lanzamiento. Sus temas, la mayoría de los cuales habían sido escritos por ella misma, seguían resonando en el escenario musical latinoamericano con una insistencia adictiva.

García Márquez escribió sobre ella en junio 1999. El escritor colombiano luchaba en ese momento contra un linfoma que amenazaba con jubilarlo del oficio narrativo y que lo obligaba a viajar mensualmente a un hospital de Los Ángeles para controlar la enfermedad. En su perfil de Shakira, Gabo contó que uno de los atributos que más le había sorprendido de la cantautora barranquillera había sido su madurez. “Es difícil ser lo que Shakira es hoy en su carrera, no sólo por su genio y su juicio, sino por el milagro de una madurez inconcebible a su edad”, escribió. Asimismo, destacó la variedad de cualidades que la rodeaban y su vínculo irrompible con el Caribe. “Se ve que es como ella quiso ser: inteligente, insegura, recatada, evasiva, intensa. Barranquillera de hueso colorado, desde el mundo entero y desde las nubes de su olimpo añora las huevas de lisa y el bollo de yuca, y una casa de techos muy altos que no ha podido comprar frente al mar, con dos caballos y mucha tranquilidad”, dijo.

Entre estas descripciones, García Márquez se deshizo en elogios en torno a la originalidad de Shakira para cantar, componer y bailar.  “La música de Shakira tiene una impronta personal que no se parece a la de nadie, y nadie la canta ni la baila como ella a ninguna edad con una sensualidad inocente que parece inventada por ella. Se dice fácil: ‘si no canto me muero’. Pero en Shakira es cierto: si no canta no vive”, concluyó.

En el perfil que publicó Gabo también se relata el trajín que Shakira vivía durante sus giras, conciertos y períodos de grabación. “Ella se ocupa de todo en persona. No sabe leer música, pero en los ensayos está pendiente de cada instrumento, con un sentido crítico severo y un oído privilegiado que le permiten interrumpir un ensayo para coordinar la nota exacta con sus músicos. No sólo colabora con ellos en el escenario, sino que se preocupa por la suerte personal de cada uno. Muy pocas veces se deja ver el cansancio, pero no hay que engañarse. En una serie de cuarenta conciertos que hizo en Argentina no dio una mínima muestra de fatiga, pero en los últimos alguien la esperaba entre bambalinas para llevarla cargada hasta la camioneta. En diversas ocasiones ha tenido taquicardias, inflamación en el colon, o alergias de la piel”.

Shakira y García Márquez siguieron viéndose luego de ese encuentro en 1999. Entre ellos se forjó una relación mediada por la admiración mutua. En abril de 2019, cinco años después de la muerte del escritor, la cantautora colombiana hizo una publicación en su cuenta oficial de Instagram en la que recordaba algunos momentos memorables de su entrevista y muchos otros más que habían ocurrido después:

 

Tratar de resumir una persona tan grande en pocas palabras como Gabo es una tarea muy difícil, pero intentar recordar alguien como él es realmente muy fácil. Todos conocemos, millones de personas conocemos, la magia de sus libros y de sus historias, pero pocos hemos tenido la fortuna de conocer la magia de la que estaba hecho él mismo.

     Yo en este sentido puedo considerarme una afortunada cuando a los 21 años -creo que tenía 21 años cuando lo conocí en su casa de Bogotá- porqué quería escribir sobre mí. La verdad que no tenía ni idea porqué alguien como Gabo quería escribir sobre mí ya que nunca me creí tan interesante…

     En realidad, quien quedó cautivada en ese encuentro fui yo y sí, quedé cautivada por su sentido del humor, por su calidez, por su humanidad y por su forma de hablar adornada de tantos aires costumbristas que solo a él le pertenecían.

     Realmente conversar con Gabo era cómo entrar en otra dimensión ajena al resto de los mortales. Era ver a un hombre entrado en años explorar el mundo de los otros como si fuese un niño, con una curiosidad inagotable, con una sed de saber y de inventar también… Me acuerdo cuando me decía: “Shakira, si no me lo cuentas, me lo invento” … Así que para mí fue un honor cuando me pidió escribir para la película que trataba de abarcar El amor en los tiempos del cólera y sí, escribí dos de mis mejores canciones hasta la fecha que fueron “Hay Amores” y “Despedida”… Cómo podía negarme a semejante honor y lujo de poder participar en un proyecto en el que estuviera involucrado Gabriel García Márquez?

     Él lo dijo una vez: “Recordar es fácil para aquellos que tienen buena memoria y olvidar es difícil para los que tienen corazón”. Que sepas Gabo que mantenemos en nuestros corazones todo lo que dejaste en ellos y te seguimos recordando para mantenerte vivo.

     Shak

 

En el archivo de Gabriel García Márquez que reposa en el Harry Ransom Center de la Universidad de Austin, en Texas, puede verse una esquela escrita en 2001 por el puño y letra de García Márquez que resume ese orgullo que él siempre sintió por la artista barranquillera: “Nada que se diga o no se diga de Shakira podrá ya cambiar su rumbo de artista grande e imparable”. Una reiteración del reconocimiento que ya había hecho dos años antes en su perfil para Cambio.

Continúa Leyendo

Los retratos que se hizo el escritor colombiano luego de ser agredido...
Una crónica sobre la importancia de las pesadillas en la vida y obra d...
Un diálogo entre el trabajo fotográfico de Nereo López con la narrativ...

©Fundación Gabo 2024 - Todos los derechos reservados.