El Centro Gabo -una iniciativa de la Fundación Gabo para promover el legado del nobel- y el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Colombia (MinTIC) pusieron a prueba las habilidades para la escritura de niños, niñas y adolescentes colombianos con la actividad virtual ¡Escribe una crónica!. Cincuenta y cuatro de ellos aceptaron el reto con mucha creatividad y enviaron sus trabajos, los cuales fueron evaluados por un jurado que seleccionó los dos mejores.
Se trata de Samuel Velásquez Marín, de Antioquia, y María José Rivera Prada, de Tolima, quienes con estilos y temáticas diferentes atraparon la atención de los evaluadores y se destacaron en el grupo de crónicas recibidas por haber contado sus historias a partir de lo que indica este género periodístico.
Para esta actividad, los participantes debían escribir una crónica, siguiendo una idea, tema, evento o anécdota que llegara a sus mentes, con un lenguaje sencillo y directo. Para esto, tuvieron a su disposición el
especial multimedia ‘El Legado de Gabo’, con
videos y recomendaciones de Gabriel García Márquez para escribir una historia siguiendo este género periodístico. Con este reto, los niños, niñas y adolescentes además tuvieron la oportunidad de conocer la faceta del nobel como periodista.
Este reto tuvo dos categorías, a partir de las edades de los participantes: una para niños y niñas entre 9 y 12 años, y otra para adolescentes entre los 13 y 16 años. La mejor crónica en cada una de las categorías fue seleccionada por el jurado y los autores recibirán en sus hogares dos de las obras periodísticas de García Márquez: Relato de un náufrago y Noticia de un secuestro.
Desde junio de 2020, cuando el Centro Gabo y el Ministerio TIC iniciaron una serie de actividades virtuales para la infancia y adolescencia de Colombia, el país ha estado reflejado en cada una de ellas con la variedad de departamentos representados en la participación de los niños, niñas y adolescentes. Para el caso de ¡Escribe una crónica! se recibieron textos provenientes de Tolima, Valle del Cauca, Norte de Santander, Cesar, Sucre, Cundinamarca, Boyacá, Bolívar y Antioquia, departamento que ha destacado en cada uno de los retos con una masiva participación.
Un gol desde Copacabana
En un país donde el deporte y los logros de nuestros deportistas nos unen, sin importar la edad, raza o condición socioeconómica, no era de extrañar que una de las crónicas estuviera enfocada en este tema, especialmente en el que más pasiones despierta entre los colombianos: el fútbol.
Los evaluadores dieron el máximo reconocimiento a Samuel Velásquez Marín, de la categoría A (de 9 a 12 años de edad), con su crónica ‘El viaje de James Rodríguez por el fútbol’. Lo consideraron un trabajo que hace una buena labor al evocar las crónicas deportivas tan apetecidas y leídas en el país, estando esta enfocada en uno de los personajes más populares y admirados en el país y escrita de una forma llamativa y especialmente informativa.
A través de su escritura, Samuel hace un recorrido cronológico por la carrera de James Rodríguez, lo que no solo da muestra de la admiración del joven cronista por el futbolista, sino de la investigación realizada para elaborar el texto, el cual está repleto de datos, estadísticas y curiosidades de la historia de este importante deportista colombiano.
Samuel tiene 12 años de edad y es estudiante de sexto grado en la Institución Educativa José Miguel de Restrepo y Puerta del municipio de Copacabana, en Antioquia, un lugar de Colombia que se ha destacado en las actividades virtuales del Centro Gabo y el Ministerio TIC por la alta participación de sus estudiantes, motivados por la profesora Lina María Álvarez Uribe, con quienes los estudiantes han tenido un acercamiento especial a la obra de Gabo y, en general, al desarrollo de sus habilidades para la lectura y escritura.
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aquí la crónica ‘El viaje de James Rodríguez por el fútbol’ de Samuel Velásquez Marín.
La nostalgia ocasionada por la pandemia
Para la categoría B (de 13 a 16 años) el jurado de ¡Escribe una crónica! seleccionó a ‘Recuerda esas mañanas de escuela', trabajo de María José Rivera Prada, como merecedor del reconocimiento. Con 14 años, la adolescente cuenta que hace un par de años comenzó su relación con la escritura, pero hasta ahora solo ella había leído sus textos. Aun así, considera que ese tiempo de práctica fue de gran ayuda y es una de las razones por las que su crónica fue seleccionada.
Para los evaluadores, el de María José es un trabajo sobre la nostalgia de un profesor en torno a sus clases presenciales en una escuela rural. Aplazadas sus horas de enseñanza por la pandemia, Leonardo Prada rememora los días cotidianos en las aulas, llenos de anécdotas sencillas que adquieren más valor en la reclusión de la cuarentena. La autora relata su texto con un lenguaje ambicioso, rico en metáforas y recursos narrativos que, cuando no son excesivos, le otorgan una dignidad estética a la historia.
María José cuenta que estaba revisando Facebook una noche cuando se topó con un anuncio sobre esta actividad virtual. El tema llamó su atención y no solo la motivó a participar, sino que compartió la información con sus compañeros de curso, ya que tenía relación con una actividad de su clase de castellano: el libro ‘Memorias de una pandemia’ en el que, junto con ellos y su profesor, ha estado trabajando en este año de clases virtuales con motivo de la cuarentena.
La estudiante de noveno grado en la Institución Educativa Santa Teresa de Jesús, en Ibagué (Tolima), convirtió a Leonardo Prada Salomón, su tío materno, en el protagonista de su crónica, la cual buscaba reflejar cómo está enfrentando ese personaje las consecuencias de la pandemia y el aislamiento obligatorio.
“Al principio lo vi difícil porque es una crónica, sabía que había que investigar mucho, hacer trabajo de campo, pensé que sería muy complicado hablar sobre hechos reales, pero me di una oportunidad y ahora me siento con más conocimientos y experiencia”, asegura María José. “En medio de la cuarentena me contacté con mi tío, hablamos por WhatsApp, él me ayudó con las respuestas, la descripción de los lugares, me mandó fotos y yo también busqué más en Google sobre el municipio para hacer una mejor descripción”, añadió.
Aunque reconoce que el dibujo es su pasatiempo favorito, María José no descarta que su relación con la escritura siga fortaleciéndose, acercándose ahora a nuevos géneros narrativos y periodísticos, apoyada por la seguridad obtenida con la participación en este reto del Centro Gabo y el Ministerio TIC. Ahora, junto a sus compañeros de clase y su profesor, trabaja en los últimos detalles del libro en el que se compilan las crónicas sobre la pandemia elaboradas por todos ellos.
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aquí la crónica ‘Recuerda esas mañanas de escuela’ de María José Rivera Prada.
Especial multimedia ‘El legado de Gabo’
Es un proyecto de apropiación digital del Centro Gabo, una iniciativa de la Fundación Gabo, y el Ministerio TIC, que cuenta con más de 10 videos, 30 ilustraciones, emojis, textos breves y claros. Todo pensado para que los niños y jóvenes naveguen este especial, tanto en PC como en celular, y puedan aprender sobre García Márquez mientras se divierten.
El micrositio se navega a través de las 5 preguntas básicas del periodismo: quién, qué, cuándo, dónde y por qué. También cuenta con 9 juegos o actividades diseñadas en la sección Cómo, que es transversal a todo el especial multimedia y en la cual se centra gran parte de la atención, teniendo en cuenta el público protagonista: niños, niñas y adolescentes.