Cinco fragmentos de las primeras novelas de Gabo leídas por él mismo.
Existen enormes diferencias entre leer a un escritor y escuchar lo que este ha escrito a través de su voz. El proceso de la lectura es solitario, casi siempre silencioso, e implica que la mente del lector vaya imaginándose el flujo de la historia con un ritmo aparentemente propio. En cambio, cuando un autor lee en voz alta sus propias obras, la audiencia descubre la música y las pausas originales con la que avanza el relato, así como la cadencia de las palabras entre una oración y otra, y que fue especialmente pensada para otorgarle armonía a la narración.
En el caso del escritor Gabriel García Márquez esta cadencia importa mucho. En diversas entrevistas, Gabo confesó que su literatura estaba vinculada de forma muy íntima a los misterios de la música, de modo que su novela Cien años de soledad pudiera considerarse un vallenato de 400 páginas, El otoño del patriarca un concierto para piano de Béla Bartók y El amor en los tiempos del cólera un bolero sobre amores contrariados. Esa es la razón por la cual el ritmo es un elemento indispensable en su oficio como narrador.
Compartimos contigo varios fragmentos de las primeras cinco novelas del Premio Nobel de Literatura colombiano, leídas por él mismo. Entérate de la cadencia garciamarquiana:
“La mujer que llegaba a las seis”, una historia que García Márquez...
Entrevista con la poeta, ensayista y escritora colombiana Piedad Bo...
Once aspectos esenciales para asumir la carrera periodística según...
©Fundación Gabo 2024 - Todos los derechos reservados.