Dos cuentos cortos atribuidos equivocadamente a Gabriel García Márquez.
La vida y obra de Eligio García Márquez de acuerdo con la investigadora Margarita Sorock.
Wed, 07/09/2025 - 04:41
Cuando Eligio García murió el 29 de junio de 2001, las personas que lo conocieron y lo leyeron sabían que aquel hombre de cincuenta y tres años partía con una fama distinta a la de ser el hermano menor de Gabriel García Márquez. Era un hombre entregado al oficio de escribir y se había ganado a pulso un nombre en las letras colombianas, sin la ayuda que indudablemente le habría brindado el uso completo de su apellido familiar.
Nació el 14 de noviembre en Sucre, entonces municipio del departamento de Bolívar, y desde muy pequeño fue encomendado por sus hermanos mayores al estudio de las matemáticas. En 1966 viajó a Bogotá para estudiar Física en la Universidad Nacional, la misma institución en la que Gabo había estudiado Derecho. Al igual que su hermano, Eligio también desertó (dos años después, en 1968) y se dedicó tiempo completo a la escritura. De esa época son sus primeros artículos en El Espectador y en ellos vertió todas sus inquietudes científicas y su fascinación por Ernesto Sábato.
Como periodista, Eligio García colaboró en diversos diarios y revistas, muchos de los cuales eran los más destacados de su tiempo. Publicó reportajes y críticas literarias en El Universal, El Tiempo, El Sol de México, la Revista de Occidente, Taller de Letras, Nueva Frontera, Alternativa, Cambio 16, Cromos y la Revista Diners. En 1982 la editorial Oveja Negra editó Son así, una serie de nueve reportajes a destacados escritores latinoamericanos (Borges, Cortázar, Fuentes, Onetti, Sábato, Carpentier, Cabrera Infante, García Márquez y Vargas Llosa). Cinco años más tarde, en 1987, salió La tercera muerte de Santiago Nasar: Crónica de una crónica, un híbrido de periodismo y literatura que reconstruía la filmación de la película Crónica de una muerte anunciada dirigida por Francesco Rosi, rodada en Cartagena y Mompós en 1986.
Su último trabajo de investigación, Tras las claves de Melquíades, lo publicó el mismo año de su muerte. Fue un trabajo detallado que desenmarañó algunos misterios sobre la génesis de Cien años de soledad y los acontecimientos reales ocultos tras la ficción. “Estoy convencido de que la única persona que puede hacer ese libro soy yo porque nadie más podría descubrir los secretos de la vida real de los personajes, que están construidos de tal manera que sólo alguien muy cercano podría desmontarlos. Después de todo, yo soy el último Buendía, el último de la estirpe”, confesó Eligio en una entrevista a Silvia Galvis para su libro Los García Márquez (1996). Gracias a este libro y a su trayectoria periodística, recibió la Medalla al Mérito Cultural del Ministerio de Cultura.
Por su parte, la literatura del Eligio García escritor pretendió ser todo lo contrario a Macondo, pues su lugar es la ciudad, de modo que sus personajes transitan en el mundo contemporáneo de una narrativa que el autor denominó “urbana”. Toda su obra de ficción, conformada de una novela (Para matar el tiempo) y cuatro cuentos, es un homenaje crítico a las vicisitudes de los barrios populares en las capitales del Caribe colombiano, especialmente en Cartagena.
Veinte años después del fallecimiento de Eligio García, el Centro Gabo recuerda sus cuentos: cuatro breves y formidables invenciones narrativas del último de los García Márquez.
Tres textos del escritor colombiano sobre el hábito de consumir carne humana.
Tres textos del escritor colombiano en torno a la Coca-Cola.
Cuatro textos del escritor colombiano protagonizados por bicicletas.
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