El taller gratuito fue diseñado por Corpovisionarios en convenio con el proyecto En TIC Confío y cuenta con varios insumos esenciales para estudiar el fenómeno del
cyberbullying, entre ellos
Ciberacoso: ¿Qué sabemos y qué podemos hacer?, basado en una investigación del 2015. El artículo anterior es imprescindible para saber
cómo prevenir y denunciar el ciberacoso, ahora, a partir del documento del MinTIC, es importante enumerar los 7 mitos del
cyberbullying.
1. Todo el mundo sabe qué es ciberacoso
Si los expertos no coinciden en su definición, es común que docentes, padres y estudiantes tengan dificultades para definirlo.
Es posible que el término esté siendo sobreutilizado. En muchas circunstancias es atribuido a comportamientos que no son ciberacoso.
2. El ciberacoso está ocurriendo en niveles epidémicos
Los titulares de prensa se han encargado de mostrar el ciberacoso como una epidemia, pero esto simplemente es exagerado.
La prevalencia del ciberacoso es difícil de establecer porque debido a la disparidad de instrumentos y muestras, las mediciones suelen ser contradictorias.
3. El ciberacoso causa suicidios
Si bien los estudios han encontrado relaciones entre ciberacoso, ideación suicida y conducta suicida, lo que existe es una correlación y no una relación de causa y efecto. Existen variables (vulnerabilidades anteriores) que medían dicha correlación.
4. El ciberacoso ocurre más a menudo que el bullying
Existen relaciones entre el bullying tradicional y el ciberacoso que no deben olvidarse. El ciberacoso ocurre en igual o menor medida que el bullying tradicional, según las estadísticas. Ambos tipos de agresión son manifestaciones de los mismos fenómenos subyacentes.
5. Al igual que el bullying tracicional, el ciberacoso es una prueba que todos los adolescentes experimentan
Que algo pase de una generación a otra no quiere decir que está bien, ni que es algo natural e inevitable. Las consecuencias son serias para todos los involucrados. No son rituales inocentes.
6. Los ciberacosadores son parias o niños malvados
Existen muchas explicaciones para ser agresor que no tienen que ver con “tendencias sádicas”:
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Luchas de poder y búsqueda de aceptación de los pares.
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Muchos ciberacosadores están enfadados, frustrados, emocionalmente angustiados y usan la tecnología que tienen a mano para desquitarse.
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Están devolviendo un insulto.
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No dimensionan las consecuencias de sus actos, creyendo que se trata de bromas.
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Los ciberacosadores, a diferencia de los tradicionales, no son fácilmente identificables e incluso pueden ser considerados “buenos alumnos”.
7. Para detener el ciberacoso, apaga tu computadora o celular
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Es una estrategia poco realista e inefectiva a largo plazo. La tecnología ahora es ubicua y está integrada en la vida cotidiana.
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¿Por qué la víctima debería ser castigada perdiendo su acceso a las TIC?
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El ciberacoso puede darse o continuar aunque la víctima no esté en línea.
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Para los adolescentes, las tecnologías, especialmente el envío de mensajes, se han vuelto esenciales para comunicarse y mantenerse en contacto con sus familiares y compañeros, entre otros.
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Decirle al adolescente que ignore los ataques o que los borre no soluciona el problema. Los efectos quedan en la víctima.