Cinco datos para aproximarse a la nueva novela de Gabriel García Márquez.
El pasado 18 de octubre, en el marco de la Feria de Frankfurt, el Grupo Editorial Penguin Random House anunció que la novela póstuma de Gabriel García Márquez, En agosto nos vemos, será publicada el próximo 6 de marzo de 2024 cuando se cumplan noventa y siete años del nacimiento del escritor. La obra, que hasta hacía poco sólo era posible leer en los archivos del Harry Ransom Center de la Universidad de Texas, tendrá un lanzamiento mundial que contará con la participación de los más importantes sellos editoriales.
Aunque se trata de una historia que García Márquez no terminó debido a su avanzada edad y a sus problemas de memoria, Rodrigo y Gonzalo García Barcha, hijos del autor, dieron luz verde a su publicación por considerar que posee suficiente mérito narrativo para satisfacer la voracidad de los lectores. Maribel Luque, directora de la agencia literaria que representa a García Márquez desde hace más de cincuenta años (Agencia Balcells), la ha descrito como “una exploración de la feminidad, la sexualidad y el deseo, absolutamente cautivadora y moderna”.
En el Centro Gabo hemos preparado cinco datos curiosos para que te informes mejor sobre este nuevo libro de García Márquez. Los compartimos contigo:
En agosto nos vemos cuenta la historia de Ana Magdalena Bach, una mujer casada que cada 16 de agosto visita la tumba de su madre en una isla del Caribe. Durante esos viajes mantiene varios encuentros eróticos con distintos amantes que suscitan en ella todo tipo de reflexiones en torno al deseo, la memoria, el territorio y el amor.
Con su publicación en marzo del año entrante, En agosto nos vemos se convertirá en la undécima novela del escritor colombiano. Mientras estuvo vivo, García Márquez publicó La hojarasca (1955) El coronel no tiene quien le escriba (1961), La mala hora (1966, edición autorizada), Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985), El general en su laberinto (1989), Del amor y otros demonios (1994) y Memorias de mis putas tristes (2004).
Sin embargo, es importante resaltar que En agosto nos vemos no fue lo último que García Márquez escribió, sino que su trama se gestó al mismo tiempo que Memoria de mis putas tristes y Vivir para contarla, la autobiografía del escritor. Si García Márquez no la terminó fue porque le dio prioridad a sus memorias y a la novela del anciano sabio inspirada en La casa de las bellas durmientes de Yasunari Kawabata.
Desde 1999 García Márquez había anunciado que se encontraba trabajando en una novela con las características narrativas de En agosto nos vemos. De hecho, aquel año publicó en la revista Cambio el primer capítulo de las historias de Ana Magdalena Bach y el 18 de marzo, durante la conmemoración del centenario de la Sociedad General de Autores y Editores en Madrid, lo leyó al público. Desde entonces, periódicos como El País (España), El Tiempo y La Vanguardia incluyen algunos fragmentos en sus archivos.
De acuerdo con el comunicado de prensa del Grupo Editorial Random House en la Feria de Frankfurt, la edición de la novela póstuma cuenta con un prólogo en el que Rodrigo y Gonzalo García Barcha explican los motivos por los cuales decidieron publicar el libro, aun en contra de los últimos deseos de su padre. Para ellos, En agosto nos vemos tiene “muchísimos y muy disfrutables méritos y nada que impida gozar de lo más sobresaliente de la obra de Gabo: su capacidad de invención, la poesía del lenguaje, la narrativa cautivadora, su entendimiento del ser humano y su cariño por sus vivencias y sus desventuras, sobre todo en el amor”.
La portada de la edición en español que sacará Random House estuvo a cargo del artista español David de las Heras. Gracias al adelanto que hizo el grupo editorial, se sabe que consiste en la ilustración de una mujer que se encuentra de pie en un cementerio, clara referencia a las visitas de Ana Magdalena Bach a la tumba de su madre para conmemorar el aniversario de su fallecimiento. El personaje femenino es retratado con un traje blanco y una sombrilla amarilla que la protege del intenso sol caribe tan característico de la obra de García Márquez. Tiene, además, una cabellera negra y lisa que baja por su espalda. A su alrededor hay pequeñas lápidas y, enfrente, un árbol gigantesco.
Como Ana Magdalena Bach aparece de espaldas, los lectores tendrán que adentrarse en la novela para adivinar su rostro.
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