Palabras pronunciadas por el escritor colombiano en Guadalajara, México, el 19 de julio de 1991 durante la I Cumbre Iberoamericana del Grupo de los Cien.
Señores presidentes, Su Majestad, amigos:
Voy a leer una síntesis de un documento del Grupo de los Cien, del cual formo parte, firmado por numerosos escritores y artistas latinoamericanos, y cuyo texto íntegro les será entregado a ustedes en el curso de esta reunión.
La Tierra está atravesando por la peor crisis económica de su historia. Casi la mitad de los bosques tropicales del mundo ha desaparecido. Se pierden entre dieciséis y veinte millones de hectáreas boscosas por año, y cada hora una especie viva se extingue. Para el año 2000, tres cuartas partes de los bosques tropicales de América habrán sido arrasadas y, probablemente, perderemos el cincuenta por ciento de sus especies. Víctimas de este desastre astronómico, no menos de dieciocho comunidades precolombinas de las más importantes de América Latina y el Caribe podrían ser borradas de la historia.
Por otra parte, cada año se vierten millones de toneladas de desechos tóxicos en nuestras aguas, que los países desarrollados han convertido en un inmenso basurero de venenos. El setenta y ocho por ciento de estos desechos provienen de los Estados Unidos. Es decir, lo que costó a la naturaleza millones de años para ser creado, los humanos lo habremos destruido en poco más de cuarenta.
Por fortuna, todavía los latinoamericanos tenemos mucho más que salvar: de los novecientos millones de hectáreas de bosques tropicales en la Tierra, nosotros tenemos un cincuenta y ocho por ciento del cual sólo Brasil tiene el treinta y tres por ciento. Panamá posee tantas plantas como Europa. La reserva peruana de Tambopata es el hábitat de pájaros y mariposas más ricos del mundo. Las plantas y los animales de Tepuis, en Venezuela, son verdaderos tesoros naturales. La selva de Lacandona es la región tropical húmeda más grande del hemisferio norte. Por el Amazonas no sólo fluye la quinta parte del agua dulce de la Tierra cada día, sino que la Amazonia es el ecosistema más rico y complejo del mundo y su banco genético el más vasto, donde vive la quinta parte de las especies de pájaros del planeta. El corredor de aves migratorias más poblado de América atraviesa la parte oriental de México, cruza América Central y desemboca en la Amazonia. México y Colombia son dos de los cuatro países con mayor diversidad de flora y fauna del mundo. Pero sólo una acción unitaria, enérgica y perseverante de nuestros gobiernos puede preservar estas riquezas de la catástrofe final.
Es con esta conciencia, señores presidentes, como un grupo numeroso y distinguido de gente de las artes y las letras de América Latina viene a proponer ante ustedes la concreción de una alianza ecológica de Latinoamérica, que sin duda será providencial en la empresa nada fácil de salvar el mundo.
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