Foto archivo Gabriel García Márquez, Harry Ransom Center
Lectura

La carta que Gabriel García Márquez escribió influido por James Joyce

Una carta que el escritor colombiano escribió basándose en el Ulises de James Joyce.

Créditos: 
Foto archivo Gabriel García Márquez, Harry Ransom Center
Redacción Centro Gabo

A mediados de 1950, cuando era columnista de El Heraldo y colaboraba en el semanario Crónica de Barranquilla, Gabriel García Márquez le envió una carta a Carlos Alemán, uno de sus más queridos amigos, nativo de Mompós. Aquella misiva, cuya extensión superaba las dos páginas, no fue una más entre las muchas que el escritor colombiano redactó a lo largo de su vida, pues en ella abundan las referencias literarias (propias y ajenas) que se destacarían en su obra narrativa posterior y hay presente un estilo especial.

Algunos biógrafos como Gerald Martin sostienen que la carta es “una revelación” donde se puede entrever a un “joven que sigue pensando como un adolescente impresionable, totalmente obsesionado con su propio proceso creativo e inmerso en las historias que él mismo crea”.

El extraño documento no sólo sorprende por sus menciones tempranas al coronel Aureliano Buendía y a la trama de La hojarasca, sino también por la técnica con la que fue escrita: una especie de escritura automática y flujo de conciencia inspirado en el monólogo final de Molly Bloom en el Ulises de James Joyce, a quien García Márquez había leído en Bogotá tres años antes, en 1947. La redacción, por lo tanto, carece de signos de puntuación y no está dividida en párrafos. Gabo conectó deliberadamente unas palabras con otras e incurrió en varios errores gramaticales justificándose en el poco tiempo con que contaba para hacer la carta.

Apenas unos meses antes, en marzo de 1949, sus amigos de Barranquilla (Cepeda Samudio, Germán Vargas, Alfonso Fuenmayor y Ramón Vinyes) le habían enviado a Sucre una caja con libros para que se instruyera en la buena literatura mientras se recuperaba de una pulmonía contraída en Cartagena. La mayoría de estos textos eran novelas de los modernistas anglosajones, entre los cuales destacaban William Faulkner y Virginia Woolf. Esta última es mencionada con orgullo en el mensaje a Alemán (“si no te gusta virginia te vas al carajo a ramiro le gusta y sabe de novela mas que tu asi que te vas al carajo”) y su presencia entre las influencias de García Márquez también justifica la técnica de la carta.

En el Centro Gabo hemos recuperado un fragmento de este singular texto del escritor colombiano. Lo compartimos contigo:

 

no tengoladireccióndejuanbteenvíounacartaparaél

aleman escribo para contestarte el disparate epistolar que a tu vez me escribiste como estoy demasiado ocupado creo que no tendré tiempo de poner puntos comas puntoycomas y demas signos ortograficos en esta carta dificilmente tengo tiempo para poner las letras lastima que no exista la telepatia para contestarte por telepatico correo que debe ser el mejor puesto que no podria estar sometido a la censura con ya sabes estamos semanalmentehaciendocronica lo que no nos da tiempo para hacer incursiones en busca de yerbajos estupefacientes asi que por lo pronto vas a tener que conformarte con picha de caiman comun y corriente mientras quiebra cronica y podemos regresar a nuestros predios de hijo de la noche aurelianobuendia te manda saludes igualmente su hija remedios medio punta que se salio al fin con el vendedor de maquinas singer el otro hijo tobias tambien se metio a policia y los mataron asi que solo queda la nina que no tiene nombre ni lo tendra sino a quien todos llamaran simplemente la nina todo el dia sentada en su mecedor oyendo el gramofono que como todas las cosas de este mundo se dano y ahora se creo el problema en la casa porque lo unico que se sabe de la herreria en el pueblo es un zapatero italiano que nunca en su vida ha visto un gramofono zapatero va a la casa y trata de martillarcomponerremendar cuerda inutilmente mientras tanto muchachito del agua yendoentrandoechandoaguassilbandopiezas gramofono en cada casa ha ido diciendogramofonocoronel aureliano se dano esa misma tarde gente ha corrido vestirsecerrarpuertasponerzapatospeinarse para ir a casa del coroneleste por su parte no esperaba visita pues gente del pueblo no habia vuelto a su casa enquince anos desde cuando se negaron enterrar cadáver Gregorio por miedo a la policia y coronel insulto curas pueblo copartidarios retirose concejo y encerrose en su casa de tal suerte que solo quince anos despues cuando se danarevientacuerda el gramofono la gente vuelve a la casa y coge al coronel y a su esposa dona soledad completamente desprevenidos… la mujer pasa toda la noche en un rincón sin hablar a nadie y cuando dona soledad apenada logra llegar donde ella ya esta amaneciendo y la gente se va esta bueno son vainas son vainas tu sabes que como el hijo se mete a policia cuando la policia trae el entierro del hijo del coronel este esta sentado a la puerta como todos los dias y cuando ve venir el entierro le tira las puertas en la casa esta bueno son vainas es como si esto sucediera en mompos bueno eso es para que veas como va el novelon en cuanto a lo demas te dire que german alfonso figurita pasamos la vida hablandoescribiendopensandohaciendocronica pero ya no como antes bebiendoputeandofumandocigarrillosyerba porque la vida no puede ser esa si no te gusta virginia te vas al carajo a ramiro le gusta y sabe de novela mas que tu asi que te vas al carajo dile a ramiro que yo le debo carta pero que me escriba en diciembre pido vacaciones en cronica y me tiene que guardar puesto en el apartamento don ramon se fue y escribio todos estamos bien tito brinqueit eduardo putieit viejo fuenmayor hecho un verraco todos te saludamos y te deseamos felicespascuarprospero ano nuevo tu amigo que mucho te estima gabito.       

Continúa Leyendo

Fotografía: Mauricio Vélez

La importancia de la flor amarilla en la vida y obra del escritor c...

Diseño de ilustración Fundación Gabo / Julio Villadiego

Juan Esteban Constaín, Rómulo Bustos y Diego García Elío dialogan s...

Foto Archivo FNPI

Personas de distintas procedencias leerán en Cartagena fragmentos d...

©Fundación Gabo 2024 - Todos los derechos reservados.