Una colección de acertijos poco conocidos escritos por Gabriel García Márquez.
En el 2014, después del fallecimiento de Gabriel García Márquez, el Centro Harry Ransom de la Universidad de Texas adquirió el archivo del escritor colombiano por una suma de 2,2 millones de dólares. Este archivo está conformado por cientos de borradores, manuscritos, cartas, guiones, textos corregidos, fotografías y apuntes inéditos que el Premio Nobel de Literatura fue agrupando a lo largo de su vida y obra.
Dentro de estas joyas de la literatura universal se encuentra un Calendario de Frutas escrito por Gabo (a máquina y a mano). Este casi desconocido calendario –posiblemente publicado en Cuba–, está conformado por seis adivinanzas en las cuales el escritor cifra la identidad de varias frutas tropicales y las relaciona con un mes del año. Cada fruta es acompañada con las ilustraciones del pintor chileno Roberto Matta. En el número 116 de la revista bimestral de las artes Guadalimar (abril-mayo de 1992) así se constata.
Te invitamos a leer y resolver esta serie de acertijos creados por García Márquez. ¿Podrás hacerlo?
Piel de tigre maduro
con cuatro solapas
andaba de enero a diciembre
con su sable de miel de nácar
de Cuba a Venezuela
de Brasil a Jamaica
abanicando todo el ámbito
del Caribe
con una fragancia
de salón de belleza
y casa recién pintada.
Coraza de oro
corona de espinas
fragancia de lunas dormidas
en el fondo del patio
y doce soles en marzo
ardiendo
en el fondo del plato.
Parecía un loro escondido
en la naturaleza muerta
de la nevera
lo abrieron en canal
y le sacaron el hígado de ganso viejo
Se lo llevaron a la mesa
y le sacaron el corazón de piedra
que Mercedes usaba en agosto
para marcar los monogramas
de mis guayaberas
mientras pasaba el agua
cantando por aquí
cate carajo que no lo vi.
Pasó todo el año en su árbol
con los brazos cruzados
pero en setiembre se disfrazó
con colores de guacamaya
se puso un alma
de almíbar áspera
se sacó el corazón
y se lo puso en la cabeza
a pleno sol
y entonces tocó a la puerta
y dijo: “Adivina quién soy”.
Roja es
octubre la pone
la tierra es redonda
por ser como ella
llorando se pela
cantando se come
naranja se llama…
¡ay, perdonen!
Adivina adivinador
quién soy
de dónde vengo y para dónde voy
que yo mismo no sé
por qué te alumbran los ojos
con mi sabor
y se te anega la boca
con mi color
si no soy más que un huérfano
de padre y madre
como el corazón
que no quiere ser querido por
hambre
sino por amor.
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