Por: Jorge Caraballo C.
El concepto moderno de ciudadanía está transformándose debido a las nuevas tecnologías de comunicación. Lo que llamamos “ciudadano” es una construcción que se diseñó y empezó a operar en un momento histórico donde la pertenencia a un estado delimitado geográficamente definía la identidad del individuo. Sin embargo, internet problematiza esa definición ya que abre la posibilidad para que se creen sociedades donde la polis no necesita de un espacio físico ni de los cuerpos que lo habitan. De acuerdo con
Andrés Lombana –académico colombiano e investigador postdoctoral en el Berkman Center de la Universidad de Harvard– “la noción de ciudadanía está siendo redefinida de múltiples maneras en tanto que aparecen nuevas posibilidades para la acción cívica en la interacción entre usuarios, tecnología, objetos y redes”.
Aunque conserva elementos de su versión moderna –por ejemplo, el derecho a acceder a la información y participar en decisiones colectivas, o el deber de respetar la libertad de expresión–, la noción contemporánea de ciudadanía no puede desconocer el impacto que internet tiene en la forma de organizarnos. Según Lombana, “los y las ciudadanas que usan herramientas y redes digitales tienen la capacidad de participar en procesos cívicos de carácter continuo, como la deliberación en foros, la discusión en canales de redes sociales, narración de historias multimodales y la distribución de información a través de sus redes”. Sin embargo, para aprovechar esas posibilidades, es necesario desarrollar un nuevo grupo de capacidades y competencias que ayuden a mediar las interacciones en internet.
Algunas habilidades o competencias básicas del ciudadano digital
En
Convivencias en Red –la iniciativa liderada por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones– entendemos la ciudadanía digital como el ejercicio de valores cívicos y democráticos en plataformas virtuales, es decir, los derechos y deberes de los usuarios. Entendemos que para ejercer la ciudadanía digital es necesario desarrollar habilidades y competencias que permitan hacer un uso productivo, seguro y creativo de los espacios virtuales de participación y debate público contemporáneos, entre ellas la
creación de contenidos, comprensión de la economía y de la huella digital, alfabetización de medios y de información, un
comportamiento positivo en línea, privacidad, entre otras.
¿Cómo se forma un “ciudadano digital”?
La ciudadanía digital consiste en aprender a usar internet de una manera óptima y segura, y por eso casi siempre está relacionada con esfuerzos educativos que buscan fomentar habilidades cognitivas y técnicas.
En Colombia, el Mintic ha liderado la creación de cursos online para fortalecer las habilidades básicas de quien quiere aprovechar las oportunidades que abre internet más allá del correo electrónico y las redes sociales. Si están interesados en conocer más sobre currículos de ciudadanía digital en Colombia, les recomendamos empezar por
este curso que diseñó el Mintic en asocio con la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Ese es solo uno de los muchos enfoques que puede tener la enseñanza de la ciudadanía digital, pero cumple bien la función de actualizar comportamientos e identificar las posibilidades que ofrece internet.
