Recuerdo el día en que conocí a Gabriel García Márquez, una tarde de 1984. Yo subía las escaleras externas del edificio de la gerencia departamental de la Contraloría de la República, en Barranquilla, Colombia, y nos encontramos frente a frente, le extendí mi mano y me presenté así: maestro y Nobel, mi Nombre es Yul Fuenmayor Ripoll, mucho gusto. Él me contestó: “El gusto es mío” y me preguntó: “Eres familia de Alfonso Fuenmayor”. Le contesté que sí, que mi papá, Enrique Fuenmayor, es su primo y lo conocí en el Diario del Caribe, cuando acompañé a mi papá. Me dio un abrazo y me preguntó “¿Escribes?”, yo le respondí que algunas cosas en el correo de lectores de El Heraldo, Me dijo “Muy bien”. Me regaló su autógrafo, me dio la mano y me dijo “Yul, no dejes de escribir, que yo también me inicié escribiendo en los periódicos”.
©Fundación Gabo 2024 - Todos los derechos reservados.