A comienzos de enero viaja en avión a Bogotá gracias a un tiquete que le regala Álvaro Mutis, quien le había prometido conseguirle un puesto en El Espectador. Le toma varias semanas ir entrando y ganando confianza en ese nuevo territorio, donde en principio no tiene nada asegurado.
A finales de enero El Espectador lo incorpora a la plantilla con un sueldo de novecientos pesos al mes, más de diez veces de lo que ganaba en Barranquilla en El Heraldo, de modo que acepta quedarse en Bogotá. Vive temporalmente en casa de la madre de Mutis, más tarde se muda a una casa de huéspedes.
En sus comienzos en El Espectador escribe notas en la columna de “Día a Día” de la página editorial, textos breves, juicios, evocaciones sobre diversos temas con alto nivel estilístico que no se firman. Luego se desempeña como cronista de cine y reportero. Los comentarios editoriales “Cleopatra” y “La reina sola” son, al parecer, los primeros textos publicados por García Márquez como periodista de El Espectador. “La reina sola”, que se publica el 18 de febrero, reitera el tema de la soledad y del poder que culminará en El otoño del patriarca.
El sábado 27 de febrero se inició oficialmente como crítico de cine con la columna “El cine en Bogotá. Estrenos de la semana” que firma G.G.M. Aunque en Barranquilla y en Cartagena había escrito algunas columnas sobre cine, es a partir de estas crónicas semanales cuando García Márquez despliega su conocimiento, casi erudito, sobre el cine, adquirido con las muchas películas que vio en su paso por la costa y con apoyo en libros especializados como Histoire génerale du cinema de Georges Sadoul, revistas extranjeras como Bianco e nero y L´Écran francais, y otras de menor interés como la del director francés Jacques Feyder Le cinema: notre métier. Toda esta formación en el cine, constituye para el escritor de Aracataca, materia prima y formal que posteriormente le permitió construir su universo creativo y ficticio. García Márquez, quien consideraba el cine “El medio de expresión perfecto” para recrear las imágenes y personajes extraordinarios que se iban apareciendo en su imaginación, fue uno de los pioneros de la crítica cinematográfica independiente.
El domingo 28 publica una nota sobre la danza de El Torito y su vínculo con el Carnaval de Barranquilla, a la que siguen otras, también dominicales, cuatro crónicas publicadas bajo el título de “Un país de la Costa Atlántica”, resultado de sus investigaciones sobre creencias y costumbres populares en pueblos apartados del departamento de Bolívar de entonces, en el Caribe interior colombiano, como Sucre y Magangué. El primer artículo había sido publicado en 1952 en la revista Lámpara y la serie anunciada se interrumpió por razones que se desconocen. Ahora El Espectador la publica completa, entre abril y mayo, y el texto tiene el gran mérito de mostrar cómo García Márquez ya había adquirido el tono y el lenguaje que identificaría a su obra mayor, Cien años de soledad. Las crónicas son: “La marquesita de La Sierpe” (13 de marzo); “La herencia sobrenatural de la Marquesita” (21 de marzo); “La extraña idolatría de la Sierpe” (28 de marzo) y “El muerto alegre” (4 de abril). .
El 9 de mayo El Espectador publica “Un hombre viene bajo la lluvia”, un cuento que por su temática y escritura parece de una época anterior, posiblemente de 1950.
Gabriel mantiene contacto con sus amigos de Barranquilla, adonde viaja de vez en cuando para verlos y visitar a Mercedes.
Allí sus amigos empiezan a reunirse en un nuevo lugar: La Cueva. Junto a Luis Vicens, Enrique Grau y Álvaro Cepeda Samudio, figura como codirector de la película La langosta azul cuyo guión corresponde a Cepeda Samudio: García Márquez ayudó en la estructura y los puntos de giro.
EN PALABRAS DE GABO, de una carta a Alfonso Fuenmayor, su amigo en Barranquilla: “Sus nobles preocupaciones paternales quedarán aliviadas si le digo que mi situación aquí continúa bastante bien, aunque el interés ahora es consolidarla. En el periódico hay un ambiente excelente y hasta ahora se me ha permitido disfrutar de las mismas prerrogativas de los más antiguos empleados. Sin embargo, lo triste del pasillo está en que no me amaño en Bogotá, aunque si las cosas siguen como ahora no me quedará otro remedio que amañarme…”.
El 12 de julio ocurre en Medellín una tragedia al deslizarse parte de un cerro sobre una invasión de terrenos llamada La Media Luna y José Salgar, jefe de redacción de El Espectador, lo envía para ver “qué carajo fue lo que pasó”. Es su primera misión como enviado especial, y marca el comienzo de sus trabajos con el sello característico de su restante producción periodística, tanto en lo narrativo como en la intensa labor de reportería: “Balance y reconstrucción de la catástrofe de Antioquia. Hace sesenta años comenzó la tragedia”, cuyas entregas publica el 2, 3 y 4 de agosto.
El 8 de agosto García Márquez recibe el premio de la Asociación de Escritores y Artistas de Colombia por el cuento Un día después del sábado, el cual se incluye en una pequeña antología publicada posteriormente el mismo año como Tres cuentos colombianos, primera publicación de un relato de García Márquez en libro.
Ante la iniciativa del Gobierno Nacional de dividir al departamento de Chocó, en el litoral Pacífico, para repartirlo entre Antioquia, Caldas y Valle, El Espectador envía a Gabo a Quibdó, la capital. De lo que resulta otro de sus reportajes germinales: “El Chocó que Colombia desconoce”, del que publica cuatro entregas a partir del 29 de septiembre, cuyo efecto es definitivo, al impedir la división territorial.
Hitos Históricos
La Asamblea Nacional Constituyente reelige a Rojas para el período presidencial 54-‐58. Huelga de la United Fruit en Honduras. Arbenz derrocado en Guatemala. Stroessner dictador en Paraguay. Argentina proclama el estado de guerra. Derrocamiento de Arbenz en Guatemala. Descolonización: se acaba la primera guerra de Vietnam y empieza la guerra de Argelia. Fin de la guerra de Corea. En EE. UU. declaran ilegal el Partido Comunista. Mao Tse Tung es presidente. Se inicia la guerra de liberación de Argelia.
Hitos Literarios y Culturales
Álvaro Cepeda Samudio: Todos estábamos a la espera. E. Caballero Calderón: Siervo sin tierra. Helcías Martán Góngora: Humano litoral. G. Mistral: Lagar. Neruda: Odas elementales. N. Parra: Poemas y antipoemas. Asturias: El papa verde. Rogelio Sinán:La boina roja. Fuentes: Los días enmascarados. Bioy Casares: El sueño de los héroes. Onetti: Los adioses. Roger Mais: Brother Man. F. Fanon: Los condenados de la tierra. Marinello: El caso literario de José Martí. Max Henríquez Ureña: Breve historia del modernismo. Golding: El señor de las moscas. Sagan: Buenos días, tristeza. Beauvoir: Los mandarines. Lukacs: El asalto a la razón. Huxley: Las puertas de la percepción. Chagall: Los techos rojos. Dalí: Crucifixión. II Bienal Hispanoamericana de Arte en La Habana. Tamayo termina el mural del Palacio de Bellas Artes en México. Primer disco de Elvis Presley. Fellini: La Strada. Kurosawa: Los siete samurai. E. Hemingway, Premio Nobel. De Sica: El oro de Nápoles. Visconti: Noches blancas. Hitchcock: La ventana indiscreta. Fellini: La Strada.
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