Foto archivo Gabriel García Márquez, Harry Ransom Center
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Gabriel García Márquez: “La profesión de escritor es la más solitaria del mundo”

Entrevista a Gabriel García Márquez para el Noticiero TV Hoy en 1982.

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Foto archivo Gabriel García Márquez, Harry Ransom Center
Redacción Centro Gabo

A fines de noviembre de 1982, diez días antes de la ceremonia de recepción del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez concedió una breve entrevista al Noticiero TV Hoy de la programadora Datos y Mensajes. Su entrevistador fue Andrés Pastrana, un joven periodista que se convertiría en presidente de Colombia dieciséis años después (período 1998-2002).

En la entrevista, el escritor colombiano conversó sobre su oficio narrativo, sus aspiraciones literarias, la irrupción del Premio Nobel en su vida privada y su posición política frente a la amnistía ofrecida por el presidente Belisario Betancur a los grupos subversivos en Colombia.

Un novelista que se influye a sí mismo

 

Ante la pregunta sobre sus influencias literarias, García Márquez respondió que la persona que más había influido en su vida había sido él mismo. “La profesión de escritor es la más solitaria del mundo”, dijo. “Uno recibe ayuda de todos los amigos cultos, de todos los libros que lee y los autores que conoce, pero a la hora de la verdad el único que lo ayuda a uno a escribir verdaderamente es uno mismo”.

El autor colombiano recordó que en su aventura como narrador –y a pesar de obras maestras como Cien años de soledad– todavía le faltaba escribir una gran novela. “Mi sueño es escribir una gran novela. Uno siempre piensa que la próxima será la mejor y el día que deje de pensarlo dejaría de ser un buen escritor”.

 

La “desgracia” de ganarse el Premio Nobel

 

García Márquez también le contó a Pastrana los inconvenientes que surgieron con la irrupción del Premio Nobel en su rutina. “Cuando a mí me preguntaban cómo me sentaría el Premio Nobel siempre dije que sería una alegría para cualquier escritor pero que para mí sería una desgracia personal”, confesó. “El premio me ha desorganizado la vida, ha interrumpido la novela que estaba escribiendo y trastornado mi vida privada. El propósito que tengo es que una vez regrese de Estocolmo daré por cancelado el episodio agradable del Premio Nobel y trataré de seguir siendo un buen escritor”.

Sin embargo, no todas las consecuencias inmediatas de este galardón fueron molestas para él. Gabo destacó los mensajes de felicitaciones que sus amigos le enviaron luego de que la Academia Sueca reconociera su trayectoria literaria. “El que más me emocionó fue el de Indira Gandhi”, dijo. “Es una pequeña carta en la cual ella me dice que estaba haciendo un viaje por la frontera norte de la India y, en un momento de descanso, leía Cien años de soledad cuando recibió la noticia de que me habían dado el Premio Nobel. Dice una cosa conmovedora: me escribe que no sabe si felicitarme a mí o a la Academia Sueca”.

 

Amnistía y paz

 

Sobre la Ley 35 de 1982 impulsada por el Gobierno del presidente Belisario Betancur para decretar una amnistía a los grupos guerrilleros, García Márquez se declaró un firme partidario. “Le he metido mucho trabajo y mucha fuerza a esa amnistía, he batallado por ella en privado y en público”, afirmó. “Creo que es la amnistía más amplia que se ha hecho en Colombia”.

“Tal vez no tendremos una paz perfecta, pero sí entramos por un buen camino para encontrarla”, concluyó el escritor.

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