En muchas ocasiones, al ser entrevistado sobre la influencia de la música en sus novelas más leídas, el escritor Gabriel García Márquez afirmó que Cien años de soledad era un vallenato de 350 páginas mientras que El amor en los tiempos del cólera se inclinaba más al bolero. Para Gabo, la música era la que le otorgaba una verdadera cadencia a sus escritos, tanto así que alguna vez confesó poseer la costumbre de agregar adjetivos que no significaban nada sólo para que el lector no perdiera el ritmo propuesto por la narración. Por ello, una buena forma de entender la obra del nobel colombiano es comprendiendo la música que le gustaba y que tanto incidió en su manera de contar historias.